☆ Mis pies rozaban pequeñas piedras y hierba color aceituna iluminadas por el suave foco plata de la luna, mientras mis brazos intentaban alcanzar las estrellas del lienzo oscuro de aquella noche frÃa, intocable,
-Ki-
"Tacto… Una danza entre piel y algo, imperturbable, bello y claro. En ese momento no pasa el tiempo, perdura en cuerpo y espÃritu el canto inaudible del ser, que en su sensibilidad capta
-Svärd-
"Ella clavaba su mirada como si el fuego crepitara, sin embargo su alma era aquella como la de un bosque esmeralda, eterna y en calma. Y mientras la luz de la luna se
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